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Transgresiones
Transgresiones. En realidad, el titulo debería contener por lo menos dos términos, porque el documental presenta dos formas muy distintas de trangresión. La primera forma nace simplemente del escenario del documental: Tijuana / San Diego. Una región fronteriza entre México y los EE.UU., entre el Sur y el Norte, entre el 'Tercer' y el 'Primer' Mundo, entre pobre y rico. Esta forma de transgresión la entendemos como transgresión física de la frontera. Por un lado presenciamos el flujo de migrantes, legales e 'ilegales': un hombre está sentado en el muro de metal que divide a los dos mundos. Recibe las últimas instrucciones de cómo debería comportarse si se encuentra con la Border Patrol (“Si ves a la migra, no corres!”). Por el otro lado observamos el flujo de mercancías: Debido al bajo nivel salarial y al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) entre México, los EE.UU. y Canadá, Tijuana parece una aglomeración gigantesca de fábricas. Y en ese escenario aparece un inmenso río de camiones que están esperando horas para poder cruzar por el único punto donde el muro de metal se abre unos cuantos metros.
Y la toma a vista de pájaro es un ejemplo de la segunda forma de transgresión. Esta forma de transgredir es la del arte, de la fantasía y de los pensamientos. Durante el rodaje nos encontramos con artistas, escritores y músicos que viven y trabajan en Tijuana. De las entrevistas con ellos se desarrolla el segundo tema del documental que a primera vista nada tiene que ver con la situación geopolítica.
Sin embargo, el arte tiene la capacidad de sobrepasar fácilmente los estrictos límites de la realidad – en este caso, el muro fronterizo. En uno de sus poemas, una escritora vuela sobre la valla de metal, deja atrás las fábricas de Tijuana y sigue su camino hacia los rascacielos brillantes de San Diego. Otro poeta se transforma en un cuervo mitológico, cuidador de los hijos emplumados. Con la misma ligereza se transgreden las fronteras culturales: la música puede ser una mezcla entre el corrido mexicano y el Hip-Hop estadounidense.
En el documental no presentamos una separación rígida entre la realidad del muro fronterizo y las posibilidades sin límites en el arte tal y como la hemos descrito aquí, sino que, así como la poeta tijuanense Abril Castro dice que “el dolor también es una forma de contacto”, nosotros pensamos en la imagen de 'la frontera [como] una herida abierta' (Gloria Anzaldúa). En el mismo muro están colocados cientos de cruces en memoria de los miles de migrantes indocumentados que no sobrevivieron la transgresión al otro lado.
– Diana Grothues y Florian Geierstanger en Junio de 2007